Ejercicio físico suficiente
Un estudio reciente demuestra que realizar ejercicio físico suficiente aumenta la cantidad de monóxido de nitrógeno en el cuerpo. Este gas dilata los vasos sanguíneos. La buena noticia es que en pocas semanas el monóxido de nitrógeno puede mejorar el mal estado de los vasos sanguíneos generado por la inactividad.
Además, tampoco es necesario convertirse en deportistas de élite nada más empezar. Simplemente manteniéndonos activos, caminando, cogiendo la bici un día en lugar del coche, subiendo por escaleras en vez de por ascensor... todo ello nos irá situando en el buen camino.
